miércoles, 1 de julio de 2015

Como hacer una Oracion Buenas Noticias Ep 22

Puedes ver el episodio anterior: https://youtu.be/bIdNx6lSfiM

Como hacer una Oracion?  Canal Buenas Noticias Episodio 22
1.-POSTURA.- ¿Hay que adoptar una postura especial? No.
 Dios no nos pide que pongamos de cierta manera las manos o miremos a cierta dirección, etc. La Biblia enseña que hay varias posturas adecuadas para orar. Por ejemplo, la persona puede estar sentada, inclinada, arrodillada o de pie (1 Crónicas 17:16; Nehemías 8:6; Daniel 6:10; Marcos 11:25).
Lo que si se reprueba es tener una postura o intención de ser vistos o “admirados” por los demás.
Podemos orar en silencio y en cualquier lugar, tanto si estamos realizando nuestras labores habituales como si surge una emergencia. Puede que nadie se dé cuenta de que estamos orando, pero Dios sí nos escucha (Nehemías 2:1-6).
2.-DURACION.- ¿Cuánto debe durar una oración?
La Biblia no pone límites a la duración de las oraciones, sean privadas o públicas. Pueden ser cortas, como las que hacemos antes de comer, o largas, como cuando le abrimos el corazón a DIOS en privado (1 Samuel 1:12, 15).
12 Mientras ella oraba largamente delante de Jehová, Elí estaba observando la boca de ella.
13 Pero Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y Elí la tuvo por ebria.
14 Entonces le dijo Elí: ¿Hasta cuándo estarás ebria? Digiere tu vino.
15 Y Ana le respondió diciendo: No, señor mío; yo soy una mujer atribulada de espíritu; no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová.

3.-FRECUENCIA.- ¿Con qué frecuencia debemos orar? La Biblia nos dice: “Oren de continuo”, “perseveren en la oración” y “oren incesantemente” (Mateo 26:41;Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.
Romanos 12:12; gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración; 1 Tesalonicenses 5:17  Orad sin cesar.).

Eso no quiere decir que vamos a pasar las 24 horas orando. Significa, más bien, que todos los días debemos tomar momentos para darle gracias por su bondad y para pedirle que nos guíe, consuele y dé fuerzas.
 Si valoramos el privilegio de hablar con nuestro Padre celestial, encontraremos muchas ocasiones para hacerlo.

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